Son muchos los jóvenes que cuando están a punto de ser bachilleres sueñan con llegar a ser un flamante doctor, no solo por el estatus que tienen estos profesionales, sino también por el dinero que perciben; sin embargo, pocos saben qué se necesita para estudiar medicina.
¿Qué se necesita para estudiar medicina?
Como mencionamos en la introducción de este artículo, el grado de medicina es uno de las más cotizadas entre los jóvenes soñadores que están a punto de graduarse, y es porque esta carrera puede ser muy lucrativa; sin embargo, su principal objetivo visto desde la perspectiva científica es estudiar todo lo humano.
Analizando esta profesión desde un punto de vista humanista, la selección de postulantes es muy estricta y quienes quieran dedicarse a ella deben poseer una serie de atributos que se necesitan para estudiar medicina, muy importantes para garantizar el éxito académico
Vocación
Para algunos resultaría una obviedad, pero es uno de los principales atributos que debe tener todo aquel que quiera estudiar medicina. No es solo el gusto por una carrera, sino también la vocación de servir a los demás. Una carrera en medicina se basa en servir y ayudar a los necesitados.
Sociabilidad y empatía
Los médicos ponen un aire serio, refinado y profundo. Pero cuando están a solas con el paciente, deben acercarse a él como un amigo e infundirle la confianza suficiente para que el paciente se abra al especialista, para no solo encontrar una cura para su dolencia, sino también para empatizar y mejorar su estado de vida.
La enfermedad puede destruir el estado de ánimo de una persona, pero si el médico muestra empatía, puede obligar al paciente a restaurar a su protagonista durante el tratamiento. El médico debe ponerse en el lugar de su paciente, sentir su dolor, solo así podrá entenderlo y ayudarlo de manera efectiva. Un profesional sanitario indiferente al estado del paciente está condenado al fracaso.
Capacidad de trabajo bajo presión
La vida del paciente puede depender de la rapidez con la que tome una decisión. Durante tu práctica profesional te encontrarás con situaciones de alta presión y alto estrés que tendrás que afrontar de la mejor forma posible para solucionar problemas y evitar graves molestias para la vida del paciente. Deberás desarrollar y fortalecer tu capacidad para trabajar bajo presión desde el momento en que ingreses al aula y cultivar la paciencia y la calma para aprender a lidiar con las situaciones difíciles que puedas enfrentar en el hospital.
Aptitudes para la lectura y redacción
Si no te gusta leer, la medicina no es para ti Esta es una carrera que requiere de profesionales con alta capacidad de lectura, análisis y síntesis para poder explorar con profundidad y criterio los casos que llegan a tu oficina, y poder distinguir entre fuentes confiables y creíbles sobre tu tema de investigación. No puedes hacer un diagnóstico confiable si no puedes leer e investigar, y no puedes dictar un diagnóstico claro y explicativo si no tienes habilidades de escritura. Las habilidades de comunicación de los médicos nunca deben subestimarse ni pasarse por alto. Las habilidades lingüísticas también son importantes, ya que las principales investigaciones y avances en las ciencias de la salud se publican principalmente en inglés.
Madurez emocional
La vida diaria de un médico en la sala de emergencias puede ser una carga emocional, el tratamiento de, por ejemplo, un niño diagnosticado con leucemia o cuando la vida de la madre está en riesgo durante el parto son situaciones que ponen a prueba la capacidad de recuperación emocional de una persona. Todo aquel que quiera estudiar medicina o que se haga médico debe desarrollar una madurez emocional que le permita afrontar situaciones difíciles y dolorosas con la cabeza fría, sin dejar de sentir dolor o preocupación por sus pacientes, pero evitando que esos sentimientos empañen su juicio como un profesional. ¿Te imaginas a un médico llorando en medio de una operación?
Otras características adicionales que todo aspirante a médico debe poseer: Buen manejo de las relaciones interpersonales, la capacidad de observar, concentrarse y retener, un alto espíritu de responsabilidad y creatividad, así como consistencia y perseverancia en el logro de sus objetivos. Liderazgo actuando con confianza en situaciones difíciles que se presenten y prudencia para no actuar precipitadamente y con malos juicios.
Valores y sensibilidad
Es indispensable que seas una persona con valores, ya que la veracidad en esta profesión es tu carta de presentación. Siempre y en todo momento debes hablarle con la verdad a tus pacientes, incluso si se trata de una enfermedad muy grave en donde se corra el riesgo de perder la vida; sin embargo, debes contar con la sensibilidad para decirlo de una manera amable, para no matarlo antes de tiempo de un infarto.
Se solidario con tus compañeros de trabajo, los doctores, enfermeras, aseadores, administrativos, vigilantes, y todos los que estén a tu alrededor, porque esto va demostrar que tienes sentimientos de calidad, y los pacientes estarán dispuestos a confiar en ti. Nadie quiere ponerse en las manos de una persona arrogante y sin sentimientos, porque es muy posible que no le importe dejarlo morir en la mesa de operaciones.
Los médicos deben tener la cabeza fría y no estar nerviosos, como ya te mencionamos antes, pero también deben tener un lado humano y sensible que les permita ponerse en el lugar del paciente. Si eres una persona de buenos sentimientos y valores, esto te resultará muy sencillo.
Consejos y recomendaciones
Las personas que estudian y trabajan en el campo de la medicina deben mantener siempre una imagen y apariencia personal impecable, estar constantemente preparados, organizarse en el tiempo para aprovechar todos los momentos necesarios para el desarrollo personal, saber que la gente se acercará a ti para preguntar, para pedir consejo y siempre debe tener una relación amistosa con ellos.
Nuestra recomendación final es que trates de documentarte lo más posible, debes recordar que esta es una profesión que está en constante evolución, por lo que no se puede dejar de estudiar jamás.
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